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martes, 4 de abril de 2017

Yingying: La Radical Solución De Un Ingeniero Chino Para Terminar Con Sus Fracasos Amorosos

Un ingeniero chino experto en inteligencia artificial se casó con una mujer-robot construida por él mismo, en una ceremonia a la que asistieron su madre, amigos y compañeros de universidad.

Aunque el matrimonio no tiene valor legal, la fiesta no dejó de ser pomposa ni emotiva, con un banquete, regalos y el velo rojo sobre el rostro de la novia, típico de las bodas tradicionales de esta cultura oriental.

La novia, creada por Zheng Jiajia en 2016, se llama Yingying y según el novio, que tiene 31 años, comenzó una relación con él hace dos meses.

Zheng, que no tenía pareja desde hacía años, optó por fabricarse su propia esposa después de que su familia y amigos llevaran tiempo presionándolo para que se casara, según contó a la prensa local.

Yingying es capaz de hablar mediante una conexión a un ordenador con textos y archivos de audio almacenados, también puede reconocer fotografías y objetos, y aún no está programada para caminar, aunque su esposo y desarrollador afirmó que está trabajando en ello.

El joven Zheng, que trabajó unos años en la multinacional tecnológica Huawei pero en 2014 abrió su propia compañía, aseguró que piensa vivir con Yingying hasta que la muerte —o los problemas de batería— los separe.

Una Mujer Mexicana Exhibe A La Amante De Su Marido En Un Enorme Cartel Callejero

Una mujer del estado de Oaxaca, al Sureste de México, descubrió que su marido la engañaba y decidió expresar su enojo de una manera muy peculiar. En lugar de enfrentarlo, exhibió a su amante en un enorme cartel callejero junto a una importante avenida.

La ofendida, no sólo colocó la foto de la mujer, sino que también publicó su nombre, detalles de su vida personal y la identificó como empleada de gobierno que trabaja en el Edificio 8 de la llamada Ciudad Administrativa.

La mujer sería la amante de un funcionario estatal.

La esposa, celosa, también incluyó en el cartel hashtags para hacer viral a la supuesta amante: "Conozcan a Gladys la golfa (mujer fácil)", se lee en el anuncio, junto con las etiquetas #DestruyeHogares, #LadyZorra y #GladysLaZorraGonzález.

Tiene 94 Años, Festejó 44 De Trabajo En McDonald’s Y No Se Quiere Retirar

Cuando su marido se retiró por discapacidad, ella sintió que si los dos se quedaban en la casa envejecerían a toda velocidad. "Somos jóvenes todavía", le dijo Loraine Maurer a Kenneth y salió de la casa para comenzar a trabajar en McDonald"s. Aunque no esperaba quedarse mucho tiempo, siguió en esa empresa, en distintos restaurantes de Evansville, Indiana. Y allí, en el local de North Green River Road, esta mujer de 94 años celebró 44 de trabajo.

Sus hijos se han jubilado ya —tiene seis nietos y siete bisnietos—, pero ella no quiere siquiera pensar en eso: "Extrañaría mucho", dijo. "No puedo dejarlo. Es una razón para levantarme a la mañana. Y las personas son agradables".

Los propietarios de la franquicia hicieron una fiesta para la trabajadora, que se convirtió en una atracción en sí misma, por su presencia de décadas detrás en la atención a los clientes. "Ella trabajó en otros McDonald"s antes. Vienen de toda la ciudad para verla", dijo Kathy Kenworthy, la dueña. "La gente quiere su café o su avena hechos al estilo de Lorraine".

Los años han acercado tanto a los clientes y a Miss Lorraine que cuando el clima es malo, la van a buscar y casi siempre la llevan de regreso a su casa. A veces va aunque no tenga que trabajar: a pesar de su edad, contradice el consejo médico sobre la comida rápida. Le gusta sobre todo el sándwich de pescado.

Para poder comenzar el turno del desayuno a las 5 de la mañana, los viernes y los sábados Maurer se levanta a las 3, en plena madrugada. Muchas veces espera a los clientes regulares con sus pedidos habituales en marcha. "Los conozco bien, conozco a muchos de sus hijos. Algunos me piden que rece por ellos y lo hago", dijo. Luego de trabajar va a la iglesia y a su casa: todo le queda en la misma zona.

"Es muy confiable, nunca falta", la describió Kenworthy. "Tiene una memoria asombrosa. Puede recordar historias de McDonald"s de hace 44 años o de hace cinco minutos. Recuerda las cosas y los rostros, y hace que la gente se sienta especial en el restaurante".

Luego de la muerte de su marido, en 1980, Maurer comenzó a viajar con una ex compañera de colegio, también viuda: "Fui a Australia, a Rusia, a Grecia, a Roma". En todas las ciudades buscó los arcos de la casa de fast food: "Siempre hay uno".