Traductor

miércoles, 3 de febrero de 2016

Un Paquistaní De 15 Años Que Creía Haber Blasfemado Se Corta Una Mano

Un paquistaní de 15 años de edad se cortó una mano, convencido de que había blasfemado, sólo para quedar bien con sus padres y vecinos, informó este viernes la policía a la AFP.

El jefe de la policía local describió cómo un imán dijo durante una reunión en la mezquita del pueblo que quienes quieren al profeta Mahoma siempre rezan, antes de preguntar a la asistencia quién había dejado de rezar. Mohamad Anwar, de 15 años de edad, levantó la mano, aparentemente porque oyó mal la pregunta.

La multitud lo acusó de blasfemia, tras lo cual el adolescente regresó a su casa y se cortó la mano que había levantado, la puso en un plato y la presentó al clérigo, declaró el jefe de policía.

Los hechos tuvieron lugar en un pueblo del distrito de Hujra Shah Muqeem, unos 125 kilómetros al sur de Lahore, la capital de la provincia paquistaní de Punyab (este), hace unos cuatro días, según el policía.

Según Ahmed, un vídeo muestra a habitantes del pueblo felicitando al adolescente y a sus padres, diciendo que estaban orgullosos. No hubo ninguna denuncia, afirmó el policía, por lo cual no se realizará ninguna investigación.

La blasfemia es un tema muy sensible en Pakistán, donde nunca se ha ejecutado a nadie por este cargo, pero muchos condenados y acusados de insultar al Islam han sufrido muertes violentas en las cárceles.

Un Hombre Consigue Que Le Diagnostiquen «Llegatardismo»: La Enfermedad De La Impuntualidad

Si siempre llegas tarde a los sitios cuando quedas con amigos o el jefe te echa demasiadas broncas porque no estás a tu hora en la oficina, tal vez ahora tengas un motivo para justificar tu impuntualidad. Al menos sí lo tiene el escocés Jim Dubar, que literalmente no es capaz de llegar a su hora en ninguna ocasión. Este hecho ha provocado que la vida de este hombre sea un auténtico caos, puesto que a causa de su impuntualidad ha sido despedido de muchos trabajos, ha estropeado posibles relaciones amorosas y ha perdido alguna que otra amistad.

Casi todos conocemos a alguien que tiene este mismo defecto, pero nunca se nos habría ocurrido que podría tratarse de una patología crónica. Al parecer, a Jim Dubar le han diagnosticado un trastorno que le impide llegar puntual a sus citas. Cuenta ABC que, según los resultados de las pruebas a las que fue sometidas, el cerebro de este escocés no es capaz de estimar cuánto tiempo trascurre desde que empieza a realizar una actividad, por lo que no puede calcularlo de forma precisa y, por lo tanto, no puede llegar a la hora acordada, a no ser que se produzca una casualidad.

«Una vez quedé con un amigo en que lo recogería a medio día para irnos de viaje y llegué cuatro horas tarde. Mi amigo estaba furioso porque perdimos el ferry que teníamos reservado», confiesa al diario Evening Telegraph. «En otra ocasión, otro amigo me invitó a comer y llegué más de tres horas tarde. Me he estado culpando toda mi vida por mi terrible impuntualidad ¿por qué no puedo llegar a tiempo a las citas? Ahora sé que es un trastorno y esto me ha aliviado mucho», añade este impuntual crónico.