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sábado, 31 de enero de 2015

Un Juez Impide A Unos Padres Llamar A Sus Hijas Fresa y Nutella

En España están prohibidos "los nombres contrarios a la dignidad o al decoro de la persona por resultar irrespetuosos, soeces, ridículos, vergonzosos o vejatorios". Tampoco los que resulten "inusuales o inadecuados para designar a una persona por distintas razones, así por invocar comúnmente animales, cosas y en general, conceptos que no se identifiquen con seres humanos".

Bajo estas premisas, son muchos los padres de nuestro país que llaman a sus hijos Shakira, Rihanna, Justin, Stalin, Mao o Kennedy. También Canuto. Pero no se puede llamar a una niña Mandarina -porque es el nombre de una fruta, y por tanto, de algo no humano- o Computador, por el mismo motivo.

En Francia ocurre algo similar, pero por motivos diferentes. Así lo hemos sabido tras saber que unos padres galos han tratado de llamar a sus hijas Fresa y Nutella, según informa El Confidencial, pero las autoridades no se lo han permitido. ¿El motivo? "Podrían ser objeto de burlas y comentarios groseros".

Una pareja de Valenciennes (población cercana a la frontera con Bélgica) que quería llamar a su hija con el nombre comercial de la famosa crema de cacao. Pero aunque los propios funcionarios del Registro intentaron sin éxito convencerles de que era una mala idea, los progenitores no cejaron en su intento hasta que un Tribunal de Familia les negó el derecho a hacerlo.

Y no solo eso. Como los padres no querían inscribirla con otro nombre, fue el juez el que decidió como va a ser llamada el resto de su vida: Ella. No sabemos si el magistrado lo eligió como sufijo del nombre del dulce o porque simplemente le gustaba.

Mucho más bonito es el nombre con el que otra pareja francesa intentó llamar a su hija. "Fresa" querían que fuera, pero les pasó lo mismo que a los que quisieron usar "Nutella": las autoridades no se lo permitieron. Esta vez, el juez les dijo que no podían llevar a acabo su plan porque la pequeña "recibiría burlas a lo largo de su vida". Aceptaron la sentencia y en su lugar, llamaron a la pequeña Fraisine, que suena parecido (fresa se dice fraise), pero que esta vez sí que es un nombre de personas, aunque algo antiguo, ya que data del siglo XIX.

En Francia los funcionarios del Registro Civil pueden negarse a inscribir el nombre de un niño si consideran que éste les va a suponer problemas en la vida adulta e informar al fiscal del Tribunal de Familia para que inicie los trámites que considere oportunos.

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