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martes, 6 de enero de 2015

Bebés Llorones Se Enfrentan En Tradicional Festival En Japón

Una singular lucha de bebés llorones se realizó en Japón. Por extraña que parezca la misión de estos sumos es la de hacer llorar a los bebés.

Se trata de un ritual ancestral japonés que se realiza en santuarios de todo el país desde hace más de 400 años, como parte del "Konaki Sumo Festival".

Los luchadores de sumo enfrentan a dos niños en una peculiar competición con el único objetivo de hacerlos llorar.

Los padres creen que el niño vencedor de este concurso crece más rápido, con mejor salud y una buena fortuna, según el proverbio japonés "naku ko wa sodatsu".

Las reglas de la competición varían según la región donde se realice pues en algunos lugares gana el bebé que llora primero, mientras que en otros el vencedor es el niño que llora más fuerte.

Más de cien niños, entre seis y dieciocho meses, compitieron en diversas ciudades de Tokio, siendo el sexto año que se realiza este festival en el santuario de Irugi.

Mientras los pequeños son sometidos a este extraño ritual, los padres de familia observan orgullosos a sus vástagos.

Una Capa De Invisibilidad Perfecta

Muchos han soñado con la posibilidad de ser invisibles y los experto de la universidad de Rochester ya van un paso adelante. Pues han encontrado una manera de ocultar cosas combinando algunos materiales y tecnología.

Para lograrlo utilizaron 4 lentes distintos que ocultan el objeto aunque el observador se mueva a varios grados de distancia, cosa que nadie más había podido lograr.

Además de eso, esta nueva "capa de Rochester", como le nombran, cubre el objeto sin alterar el fondo del objeto. La clave según explican los desarrolladores tuvieron que poner las lentes a la distancia exacta una de la otra.

Puede aumentarse en tamaño sin que se produzca alguna inconveniencia, es tan sencilla que cualquiera con $ 100 dólares podría montarla, explica Muy Interesante.

Increible Edificio Partido A La Mitad Suspendido En El Aire

La increíble obra de arte, llamada Take my Lightning but Don"t steal my Thunder (Toma mi relámpago pero no robes mi trueno) es una compleja creación de ilusiones ópticas del famoso diseñador Alex Chinneck. Con 12 metros de longitud, la mitad de la escultura flota en el aire, permitiendo al público caminar entre y debajo de los pilares.

La curiosa escultura se encuentra en las calles de Covent Garden en Londres y esta hecho de acero y un tipo de poliestireno llamado filcor. Alex tardó unas 500 horas para pintar el edificio utilizando técnicas digitales.

Pero ¿como se sostiene la parte de arriba? La respuesta está en una viga de acero escondida junto a un contrapeso de cuatro toneladas que se une a la parte superior de la estructura.

Alex Chinneck también es famoso por lograr colocar casas al revés en Southwark, Londres.