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martes, 27 de enero de 2015

No Le Crecieron Las Lolas Y Ahora Realizará Una Demanda

ESTADOS UNIDOS.- Una residente del barrio del Bronx de Nueva York, Estados Unidos, se encuentra demandando al fabricante de un producto cosmético cuya publicidad garantizaba los senos más grandes y más firmes después de seis semanas de uso.

La mujer, llamada Raisbel Peña, exige una compensación de 5 millones de dólares por parte de la empresa Talika EE.UU., que es la que fabrica y comercializa el polémico Bust Serum 2.0.

De acuerdo con medios locales, citando la acusación de Raisbel en la corte federal de Manhattan, la demandante afirma que gastó alrededor de 150 dólares en la cosmética, y por el contrario, tuvo que "bajar el volumen de los senos".

En cuando a la publicidad del producto, en la misma se prometía que los resultados serían "de 3 a 4 cm aumento en el volumen de los pechos"; "aumento del 17%"; y "70% más firmeza en el busto".

De esta forma, Peña, quien aseguró que utilizó el producto constantemente durante un mes y medio en el 2014, está acusando a la empresa de comercio desleal y publicidad engañosa.

Un Grupo De Restauradores Trató De Arreglar La Máscara De Tutankamón Y La Dañó Más

Un grupo de restauradores egipcios que se encontraban haciendo trabajos de limpieza a la máscara de Tutankamón accidentalmente le quebró la barba, la cual quisieron arreglar con pegamento barato y terminaron de hacerle más daño.

Esta tragedia para la arqueología se une a las recientes restauraciones que han estado llevando a cabo en la pirámide más antigua de Egipto, una compañía inexperta que está a punto de convertirla en escombros.

La máscara de Tutankamón fue descubierta en 1922 por un el arqueólogo Howard Carter, esta reliquia era parte del ajuar funerario del joven faraón Neb-jeperu-Ra Tut-anj-Amón, quien había sido enterrado en el Valle de los Reyes.

Actualmente la máscara es exhibida en el Museo del Cairo, y es posiblemente la pieza de arte egipcio más conocida en el mundo.

De acuerdo a las informaciones brindadas por la agencia AP, la máscara apareció de la noche a la mañana con la barba pegada con epoxi, un pegamento de dos componentes muy fuertes, pero que no es el adecuado para reparar este tipo de piezas.

Según explican los conservadores, que se han negado a dar sus nombres por miedo a represalias profesionales, la barba se rompió pero, en lugar de llevar la pieza al laboratorio del museo para arreglarla adecuadamente, las autoridades del museo dieron la orden de arreglarla en el menor plazo posible para poder mantenerla en exhibición.

Pero el asunto no terminó ahí, ya que parte del epoxi manchó la superficie de la máscara durante la operación y uno de los empleados trató de removerlo con una espátula, lo que provocó aún más daños al objeto.

Las autoridades del Museo Egipcio no han respondido a preguntas sobre el incidente.